“El Alivio en la Catástrofe se Trata de Ayuda y Amistad”, dicen los Voluntarios de Scientology
A medida que los miembros del Equipo de Respuesta al Desastre del Huracán Ida de los Ministros Voluntarios de Scientology concluyen dos semanas de servicio en Luisiana y se dirigen a sus casas, sus familias y trabajos, lo que recordarán durante mucho tiempo es la calidez, amabilidad y valentía de la gente de Luisiana.
Casi un mes después de que el huracán Ida azotara Luisiana, la Parroquia de St. Charles finalmente está volviendo a la “normalidad”. Las escuelas están a punto de reabrir y la electricidad se ha restaurado en más del 90 por ciento de los hogares. Sabiendo que habían generado un gran cambio, un equipo de Ministros Voluntarios de Scientology que llegó a la región hace dos semanas se ha ido a casa.
A pesar de las largas horas, el arduo trabajo y las arduas condiciones, los Ministros Voluntarios de Scientology miran atrás al tiempo pasado en la región con gratos recuerdos de la gente cálida y amable a la que han conocido y ayudado.
Durante las últimas dos semanas, el equipo ha limpiado casas dañadas por las inundaciones para evitar daños adicionales y para empezar a hacer posible la reconstrucción y renovación. Han talado y quitado árboles caídos. Han quitado las ramas rotas de los árboles, para evitar que cayeran sobre transeúntes desprevenidos.
Siempre que se necesitaba, los Ministros Voluntarios proporcionaban ayudas de Scientology, técnicas desarrolladas por el Fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard, que han llegado a conocerse como “primeros auxilios espirituales”. Las Ayudas ayudan a la gente a superar la pérdida y la confusión que tan a menudo se experimentan en tiempos de desastre.
Al llegar a Luisiana, los Ministros Voluntarios de Scientology entraron en crisiscleanup.org para localizar los vecindarios más necesitados de ayuda. Al conectarse con la Iglesia Bautista del Monte Zion, descubrieron qué feligreses necesitaban ayuda. A menudo, cuando terminaban un proyecto, alguien al lado o al otro lado de la calle también necesitaba una mano, y ellos estaban felices de echar esa mano.
Un hombre preocupado por su abuela pero incapaz de llegar a la región, hizo arreglos para que los voluntarios pusieran una lona en el tejado de la casa de su abuela cubriendo el agujero que había dejado un árbol caído, para evitar que la casa se dañara más.
Los Ministros Voluntarios hicieron posible que los directores de las escuelas se concentraran en hacer que las escuelas volvieran a abrir al encargarse de la limpieza de las casas dañadas por las inundaciones. “Estoy verdaderamente agradecido y me siento afortunado de que todos hayáis sido tan generosos como para ayudarnos a mi familia y a mí durante estos difíciles momentos”, dijo uno de los directores.
“Una mujer a la que ayudamos nos llamó y nos dio las gracias una y otra vez”, dijo el Scientologist que lideraba el proyecto. “Dijo que habían llamado y pedido ayuda y que nadie había ido. Y una vez que estuvimos allí, ella podía ir a ver a sus nietos. Todos estábamos muy contentos de poder ayudar”.
“Los miembros de vuestro equipo han estado en mis oraciones y pensamientos cada día desde nuestra reunión cerca del gran árbol en la Iglesia Bautista del Monte Zion”, dijo un feligrés. “Cada uno de vosotros es una bendición maravillosa y sois creadores de cambios”.
El programa de Ministros Voluntarios de la Iglesia de Scientology es un servicio social religioso creado a mediados de la década de 1970 por el Fundador de Scientology L. Ronald Hubbard. Constituye uno de los grupos más grandes e independientes de socorro en el mundo.
El cometido del Ministro Voluntario es ser “una persona que ayuda a sus semejantes de forma voluntaria restaurando el propósito, la verdad y los valores espirituales en la vida de los demás”. Su credo es: “Un Ministro Voluntario no cierra los ojos al dolor, al mal ni a la injusticia de la existencia. Más bien, está entrenado para resolver estas cosas y ayudar a los demás a lograr alivio de ellas y también una nueva fortaleza personal”.
Su lema es, sin importar cuál sea la situación: “Se puede hacer algo al respecto”.