El programa de Ministros Voluntarios se lanzó hace más de treinta años, en respuesta a un llamamiento del fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard.

Advirtiendo una caída tremenda en el nivel de ética y moralidad de la sociedad, y el consecuente aumento de las drogas y el crimen, el Sr. Hubbard escribió, “Si a uno no le gusta el crimen, la crueldad, la injusticia y la violencia de esta sociedad, puede hacer algo al respecto. Se puede hacer Ministro Voluntario y ayudar a civilizarla, a darle consciencia, bondad y amor, y a liberarla del sufrimiento infundiendo en ella confianza, decencia, honestidad y tolerancia”.

En consecuencia, además de viajar a cualquier lugar donde ocurra un desastre, los Ministros Voluntarios trabajan con los funcionarios en sus propias comunidades, ayudando a mejorar las condiciones localmente Su centros de información y de formación son brillantes carpas amarillas abiertas al público en eventos y ferias de fines de semana, donde cualquiera puede inscribirse en un curso o seminario que se entrega allí mismo en la carpa.  

Grandes expositores informativos presentan la gama completa de herramientas para resolver cualquier situación—, desde recuperar a estudiantes fracasados o retirar de las drogas a los adictos, hasta aliviar los traumas emocionales de lesiones físicas, salvar relaciones personales en problemas o resolver conflictos humanos.

Los Ministros Voluntarios también dan seminarios a la policía, bomberos y organizaciones de socorro con programas de comunitarios locales, así como Giras de Buena Voluntad que viajan de ciudad en ciudad con sus carpas.

Así que ya sea en una tienda de campaña, en casa o en un pueblo a 10.000 millas de distancia, todos los Ministros Voluntarios de Scientology viven por el mismo lema: "Se puede hacer algo al respecto".

Debido a su valentía, compasión y formación, se han hecho indispensables en los momentos de mayor necesidad humana; viajan por todo el mundo para ayudar a las personas que han perdido todo en un terremoto, tsunami, huracán, inundación o situaciones similares.

Entre otros, un equipo de cientos en la Zona Cero a las pocas horas de la tragedia del 11 de septiembre. También más de 500 voluntarios de 11 países en el sudeste asiático a raíz del tsunami y más de 900 Ministros Voluntarios ayudando a las víctimas en Luisiana y el Mississippi por las secuelas de los huracanes Katrina y Rita.

En el desastre del terremoto de Haití, la Iglesia de Scientology y sus feligreses llevaron en aviones los suministros de alimentos y medicamentos más necesarios. Además llevaron a cientos de médicos y Ministros Voluntarios para ayudar a los haitianos a hacer frente a sus pérdidas y reconstruir sus vidas.

Los Ministros Voluntarios también dado formación y colaboran con más de 1.000 diferentes grupos, organizaciones y organismos de todo el mundo, incluyendo la Cruz Roja, FEMA (defensa civil en EE.UU.), la Guardia Nacional, los Cadetes del Ejército, el Ejército de Salvación, Boy Scouts, Clubes Rotarios, Defensa Civil y organismos del combate de desastres, las YMCA, la policía y los bomberos de docenas de ciudades y pueblos y cientos más de grupos y organizaciones nacionales y regionales.